[:es]Fahrenheit 451 #LeerNosHaceLibres[:]Fahrenheit 451 #LeerNosHaceLibres

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Carlos Cuesta, Bárbara Guillén, Alejandro Parilli y Laura Pérez

LA TEMPERATURA A LA QUE EL PAPEL DE LOS LIBROS SE INFLAMA Y ARDE

Sinopsis del libro

En el futuro donde se proyecta esta distopía premonitoria de Ray Bradbury existe una brigada de los bomberos encargada de la eliminación de los libros. El gobierno, que quiere el control de la sociedad, decide quemar la literatura y con ella cualquier motivación de pensamiento.

Relación con Libertad

¿Dónde empieza la libertad si no en su propia reflexión? La libertad no está en la capacidad de elegir sino en la comprensión de las opciones entre las que se elige. Es por tanto, el pensamiento, la verdadera puerta a la libertad, y todo lo que aleje de la reflexión lo que quema la puerta.

Lo más interesante de Fahrenheit 451 es el retrato de una sociedad futurista que se cree feliz e informada mientras vive estupidizada por las pantallas. Suena familiar esta idea del bombardeo de mensajes e imágenes donde nos ponemos cómodos y arrinconamos hoy, 70 años más tarde, una sociedad idiota.  

Fragmento seleccionado 

Era un placer especial ver cosas devoradas, ver cosas ennegrecidas y cambiadas. Empuñando la embocadura de bronce, esgrimiendo la gran pitón que escupía un keroseno venenoso sobre el mundo, sintió que la sangre le golpeaba las sienes, y que las manos, como las de un sorprendente director que ejecuta las sinfonías del fuego y los incendios, revelaban los harapos y las ruinas carbonizadas de la historia. Con el simbólico casco numerado —451— sobre la estólida cabeza, y los ojos encendidos en una sola llama anaranjada ante el pensamiento de lo que vendría después, abrió la llave, y la casa dio un salto envuelta en un fuego devorador que incendió el cielo del atardecer y lo enrojeció, y doró, y ennegreció. Avanzó rodeado por una nube de luciérnagas. Hubiese deseado, sobre todo, como en otro tiempo, meter en el horno con la ayuda de una vara una pastilla de malvavisco, mientras los libros, que aleteaban como palomas, morían en el porche y el jardín de la casa. Mientras los libros se elevaban en chispeantes torbellinos y se dispersaban en un viento oscurecido por el quemazón.

Proceso Creativo

Para la creación de la portada queríamos reinterpretar el fuego . Dejar de lado la imagen tradicional de las llamas y traducir sus rasgos característicos a una flamante tipografía propia con olor a chamusquiña, impresa sobre una textura colorida que representa la quemazón del carnaval de ideas. El resultado oxidado de esta textura nos lleva a un universo de deterioro virtual, como si se tratara de un virus, acercando la portada a estos tiempos digital.

 

Portada LLYC

«La libertad

es decirle a la gente

lo que no quiere oir»

                                   – GEORGE OWEL