De la narrativa a la experiencia de marca en un entorno digital

Durante los meses de marzo y abril del año pasado, el confinamiento nos llevó a buscar nuevas formas de relacionarnos entre nosotros, y nos convirtió en consumidores ávidos de contenidos generados por nosotros o por otros, como por ejemplo las marcas. Tal y como afirma Twilio en su reciente estudio “Covid-19 Digital Engagement Report”, el Covid-19 ha sido el acelerador digital de la década, y esto nos acerca hacia una gran reflexión.
Estamos, por tanto, ante un gran reto en la comunicación de las compañías: conectar con todos sus stakeholders sin renunciar a quiénes son, en cualquier momento, a través de todos los canales y formatos y de forma consistente en el tiempo. Contar con una narrativa digital de marca bien definida es más urgente e importante que nunca antes. Y, en LLYC, por narrativa digital entendemos “una narrativa que emana directamente del ADN de la marca y destila a cada uno de sus activos digitales en todo momento a través de una estrategia de contenidos para conectar, atraer y fidelizar a sus stakeholders gracias a una propuesta de valor diferencial.”
¿Cómo lograrlo? para asentar las bases para una comunicación diferencial digital se necesitan tres cosas:
1. Tener muy claro quién eres.
Debes trasladar tu estrategia de negocio a tu marca; definiendo un posicionamiento competitivo, declinando los valores culturales, moldeando la personalidad de marca, etc. En este sentido, el tono de la marca es una pieza determinante. Este esfuerzo va a permitir llegar a una audiencia o territorio sin perder la autenticidad y siendo fieles a la marca.
2. Conocer muy bien a la audiencia a la que te diriges
De acuerdo a Harvard Business Review, los clientes emocionalmente conectados son más del doble de valiosos para las marcas que los clientes altamente satisfechos. En este sentido, tal y como ya comentamos en nuestra anterior publicación de IDEAS “De las tribus a las comunidades, ¿cómo tener una identidad de marca flexible?, la marca debe adaptarse a cada comunidad para poder conectar con ella. En el entorno digital, la tecnología es clave para extraer y procesar el big data que nos ayude a definir estos stakeholder-persona.
3. Coherencia y relevancia en tu estrategia de contenidos.
Es fundamental construir una narrativa que transmita los pilares de la marca y recoja las pautas de identidad verbal, y que a la vez se decline adaptándose a cada stakeholder-persona, en cada canal y en cada fase del funnel. Si el Covid-19 ha sido el acelerador digital de la década, las compañías deben acelerar la construcción de su marca en este entorno de forma coherente y consistente. Es el momento de salir reforzados.
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